El caótico mundo de las letras.

viernes, 6 de mayo de 2016

Libérate


Ahora lo veo todo de una manera distinta. Es como si hubiese tenido los ojos cosidos a tu embrujo y no viese la realidad.
La realidad.
La realidad era que yo no estaba bien, era feliz contigo pero no era feliz conmigo. La realidad es que tú no estabas bien, eras feliz conmigo pero no eras feliz contigo. Nuestros demonios se hacian más grandes con cada discusión. Cada detalle que nos molestaba del otro nos ahogaba, nos enjaulaba, nos intoxicaba. Empezábamos a ver los demonios del otro e intentar eliminarlos cuando no éramos capaces de eliminar los propios. Hasta que acabábamos compartiéndolos y sumándolos a los que ya teníamos a nuestra espalda. Opresores de nuestras alas.
El problema.
El problema no fui yo para ti ni tú para mí. El problema fue el yo para mi y el tú para ti. Quizás todo hubiese sido distinto si al menos uno de los dos hubiese conocido mejor a sus demonios pero no, ni tras años y años de convivencia con ellos éramos capaces de comprenderlos.
 Fuimos la pareja más perfecta y las personas más toxicas de la historia. Nos envenenamos a lo Romeo y Julieta. Y cuando llegó nuestro fin, llegó nuestro verdadero principio. Nos liberamos y desintoxicamos. Y asistimos a clases de cómo olvidarnos. De cómo no odiarlos, de aceptarlos y llevarlos a nuestro lado en lugar de a cuestas.
No sé.
No sé si tú habrás sido capaz de abrir tus alas. Yo lo he hecho, y deseo que puedas sentir lo que se siente al volar, al cambiar, al no tener ningún peso en tus hombros,  al ser aire, al ser nada y al serlo todo.