El caótico mundo de las letras.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Live.


Después de tanta lluvia de cuchillos. Después de sumirse en los recuerdos día tras día. De tener presente que estás sola en esto. Porque el intento de ayuda de los demás solo sirve para empeorar.  Llega un momento en el que dices BASTA. Basta de tristeza, de melancolía, de perderte a ti misma. De ocultarse tras la música y los libros para no pensar en ello. Ahora empieza una nueva página del libro de tu vida. Ese libro no tiene páginas infinitas en blanco. Debes aprovechar las que tienes. Eso es lo que vas a hacer. Porque llega ella, recuperada dándote las fuerzas que necesitabas con sus palabras. Y llega la esperanza. Vas a continuar amando cada momento y disfrutando de cada sonrisa. Vas a ir recuperando tu yo interior siempre feliz y demente. Porque no vas a dejar que algo así te cambie. Porque todo pasa por algún motivo. Y el motivo no es hacerte sufrir, es hacerte levantarte con más fuerzas que nunca, y empezar a andar disfrutando de cada paso. Vas a volver a sonreír con timidez, vas a bromear con tus colegas, vas a comerte el mundo junto a ellas. Porque los que no te abandonan son los que siempre estarán contigo, y es mejor no decepcionarlos.
Cada brizna de viento, susurro jocoso, lluvia fría, cada esencia no disfrutada, cada risa interminable, te reconstruirá. Porque pasas de lo malo y te concentras en lo bueno. Toda esa negatividad sigue ahí, pero la fuerza del optimismo es ahora la que te controla. Caminemos creando la chispa de la vida, la que consiste en disfrutar de lo bueno y olvidar lo malo.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

La chica artificial.




Cuando el primer rayo de sol toca sus sonrojadas mejillas, lo que más destaca en su piel blanca como el papel en el que cada día se sumerge, ella siente ese ápice de calor que es lo máximo que aspira tener para mantenerse con vida.

Los minutos, segundos, en los que el Sol le acaricia las mejillas consigue seguir cicatrizando esas heridas y enterrar esos recuerdos. Lamentablemente, solo son minutos, segundos...
Cuando vuelven a su cabeza todos los motivos de su sufrimiento, su cuerpo se estremece y vuelve el frío con todos sus acompañantes. En medio de esa tortura interna, ya diaria en ella, solo piensa en retirarse de ese mundo que quedó vacío y derruido.
Lo primero que intenta es colapsar todo su cuerpo y mente con notas de canciones cuyas melodías solían hacer que su cuerpo bailase y que todos sus sentidos se concentraran en seguir el ritmo de aquellos pentagramas musicales. Pero eso ya no servía, su cuerpo y mente no querían bailar al son, sólo volver al pasado. Todas esas canciones le traían recuerdos felices que se transformaban, ahora, en el mayor dolor jamás sufrido por su tierna alma. Entonces, cuando su mejor recurso -la música- le fallaba, recurría a lo que nunca antes le había fallado: el mundo de tinta. Detrás de cada página el dolor se quedaba impregnado y en su lugar entraban en ella las emociones escritas en el blanco. Y así, siempre adoptaba el estado de ánimo que esas páginas le transmitían, mientras leía. Pero ese mundo tenía un gran inconveniente, cuando lo dejaba la realidad la aplastaba cual mísero insecto despreciable. Y no con ello, una parte de ella se quedaba en las páginas dejando de ser ella misma. Quedando en su interior nada más que el dolor, la añoranza, la tristeza, la melancolía, los recuerdos... Lo que quedaba de ella dependía de los signos escritos en esas páginas,  Dejó de ser, para ser nada , ser efímeros sueños que siempre permanecían al control de un ser inexistente en la realidad. Tan inexplicable, tan impredecible, tan inescrutable, tan artificial...




miércoles, 14 de noviembre de 2012

Pinguinotopía


Refugiarse en el abrigo de una obsesión para olvidar. Pero a pesar de ello el recuerdo te persigue sin cesar, esperándote en cada rincón de la ciudad en el que pasaste momentos inolvidables y te espera en cada nota de esa canción que escuchabas pensando en él. Identificándote con la letra, con los sentimientos, con el momento. 
Pero al fin y al cabo sueles ignorar ese recuerdo, durante gran parte del día, introduciéndote en un mundo en el que no existen las lágrimas, ni la tristeza, ni la melancolía. Solo una sonrisa, el optimismo y la alegría. Si el centro de ese mundo irreal es un animal, pues muy bien. Adorémosle hasta el final. 

Para que recuerdes, Ana-san~ ,que sin vosotros, 
mis amigos, no serviría de nada ese mundo. Meh.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Lucha latente


Las horas se amontonan como en un reloj de arena. La mente ya no me funciona. Vaga por un mar de preguntas sin respuestas. De acusaciones, de juzgarte a ti mismo dejándote en el listón más bajo. En un sin fin de recuerdos pasados y presentes, torturando el alma, la cordura y la razón. Bajo esa lluvia de cuchillos bien afilados me hallo. Intentando que el pequeño haz de luz que entra por mi ventana le de algo de calor a este cuerpo tan inerte y frío. Intentando ignorar los pensamientos que me remuerden la conciencia, sumida en las letras de estas páginas mientras una avalancha de notas musicales invaden mis oídos, hasta la médula.  Y a cada segundo que leo pierdo una pizca de lo que queda de mi para captar la personalidad que está impresa en las páginas. Inexistente al no leerlas y que ahora cobra vida en mi interior. Intentar quedarse en el mundo de las letras, de lo irreal, por siempre es meramente un sueño. Pues cuando salgo de él la realidad choca en mi cara. Como si un millón de toneladas cayeran sobre ti sin dejarte apenas coger aire. Dejándote sin respiración, anulando el pulso de tu corazón... El mismo corazón que se acelera al verle sonreír o con solo estar a su lado, el mismo que se achicaba cuando el se alejaba de ti, el mismo que tantas veces regalaste para luego pisotearlo y destrozarlo. El mismo que consiguió revivir, aunque con cicatrices, a todos los ir y venir de esos que jugaban con él. Y que cada vez que se enfrenta a la realidad sale perdiendo.  Porque estás en constante batalla contigo mismo. Tu cordura lucha por sobrevivir ante la locura. Tu corazón lucha contra el amor. Tu fantasía lucha contra la cruda realidad. Porque te formas la idea de que nada ha pasado, engañando a la razón.

Toda esa lucha interna cuando exteriormente estás tan muerta como lo está tu corazón recién destruido. El superviviente de tu existencia. La única diferencia es que tu has perdido los métodos para sobrevivir y para salir adelante, cuando tu corazón siempre sabrá cicatrizar sus heridas y volver a latir. Porque una parte de ti lucha sin resultado y la otra aún suspira por él.