El caótico mundo de las letras.

lunes, 10 de marzo de 2014

Página 69 de 365

10//



¿Sabes, Nuria?
 ¿No es verdad que cada día te sientes más sola? Siempre eres la segunda opción, la que se queda a espuertas de la vida. La que permanece muerta bajo un sin fin de apariencias e intentos vanos de ser. ¿Algún día fuiste? 

Aún no comprendo cómo dejas que te traten de este modo. Siempre, siempre, siempre.

¿Cómo vas a dejar de odiarte si eres la culpable principal de que te hagan daño? La culpable de estar así y nunca poder ser suficiente para nadie, no poder ser algo ni nada, no poder servir. Joder, ni como amiga sirves. 

Eres imbécil. Y sí, lo eres no porque lo seas sino porque no te quieres, no te aprecias. Va siendo hora de dejar de odiarte. El odio no te lleva a ninguna parte. Sólo a estar cada vez peor, y a acumular sombras. Acumular heridas y lastres a una carcasa que al principio fue ligera y que ha acabado siendo la mayor de tus cargas.

¿Sabes qué, Nuria? A ver si aprendes ya. 


martes, 4 de marzo de 2014

Anymore


¿Sabes de eso que caminas, caes y no te das cuenta hasta que ya tienes el cuerpo lleno de heridas? Pues eso es lo que pasa cuando pasas demasiado tiempo observando lo que no debes. Observando su sonrisa. Observando tu propia sonrisa. Haciendo caso a tus monstruos. Mirando las nubes. Mucho tiempo soñando, caminando sin miedo ninguno. Feliz de poder mover tu cuerpo hacia ninguna parte. Pero iba a esa parte. Esa parte en la que a partir de cierto paso cada roce contigo es un corte en el alma. A partir de cierto paso te conviertes en un lanza cuchillos inconsciente. Que solo daña. Te nublas con el cielo azul. Y empiezas a ser más tú, sin serlo. Y haciendo daño a todo lo que te toca. Porque siempre que miras tu sonrisa caminas por el lado equivocado. El lado de las cadenas. Rompes tus candados, y quien conoce tus demonios huye. Es así de simple. Tu misma no huyes porque uno no puede escapar de sus demonios. Siempre llega un momento en el que empiezas a consumir a los demás. Y se te clava más la púa. A veces, sólo a veces, te gustaría no necesitar algo de vida social. Eres un ser realmente patético. Solo sirves cuando te hacen funcionar. Debiste ser nada, porque siendo algo no eres suficiente. Debes encerrarte, pues no hay nadie capaz de mirar lo más oscuro de tu ser y permanecer.