El caótico mundo de las letras.

martes, 7 de octubre de 2014

Cuadros

Llega la luz del día
junto al viento susurrante.
Contando cuentos de niños,
historias de frío invierno.

Risas que calan mis huesos,
me hacen tiritar,
y en tus brazos ansiar
volver a estar.

Llega la risa en la mañana
junto al cantar de los pájaros.
La ceguera del incesante ruido,
el aprendizaje de cómo no olvidarnos.

Si cada brizna que me recuerda
a ti y tus momentos
me llevará al mismo lugar
al cual pertenecen mis recuerdos.

Dime, ¿querrías revivirlo del mismo modo?
¿Del mismo modo en el que cada día nos amamos?
Una pizca más,
cada segundo,
como cada vez que acabé llorando(te).

Y llega la luz de Luna
a recordarme que yazco bajo el mismo techo
pero sobre distinto suelo.

(Colóqueme usted esta camisa hoy, 
que junto a tu recuerdo en mi cabeza,
no pondré cadenas a la que  es,
ya no mía,
 tu sonrisa)


miércoles, 23 de julio de 2014

La chica


¿Quién le diría a aquella pequeña chica que acabaría sonriendo? ¿Quién le diría que a pesar de toda la tormenta y de que aún hacía viento podía mover su gran arma? 
¿Qué importa? Esa chica puede sonreír, ¡y de qué modo! Ya no recordaba el calor en las mejillas cuando le daban un beso. Sonrojarse ante palabras hechas de pluma y vida. Ahora se queda sin aire cuando está a su lado. Habla de él cual niña pequeña de su muñeca nueva. Muestra de nuevo aquel gesto en el que sus ojos se iluminan y abren paso a otro mundo. Su mundo. Y no, no se lo muestra a cualquiera. Se lo muestra al causante de su nueva vida, no es perfecta, pero es su nueva y mejor vida. Y no, no tiene más de una. Sólo ha cambiado. Ha cambiado de mostrarse derrotada ante el mundo, de no creer en nada, de no sentir, no respirar, no volar... a abrir sus brazos al mundo, dejar que el viento que derrumbaba su morada le llevase a lugares mejores, a ver y sentir con la mente muy abierta. 
Ahora, a pesar del miedo que siempre tendrá a que vuelva a caer, a que vuelvan a romperse sus huesos de cristal y todo lo malo vuelva a empezar, a pesar de todo aquello que la atormentó, y aún le acecha, quiere andar. Caminar deprisa o despacio, como le plazca, saltar, rodar, correr, gatear y recorrer la vida de todos los modos posibles para poder sentir como nunca. Mejor que ayer y peor que mañana. Porque detrás de cada tormenta puede haber algunos arcoiris llenos de pequeños infinitos placeres. Placeres de los que esa chica no está dispuesta a privarse. Placeres que sentirá deseando que no sea la última vez, deseando que todo acabe en buen lugar. Al fin y al cabo, en ese pequeño cuerpo de cristal ya han caído demasiadas piedras para que se pueda romper más.

sábado, 5 de julio de 2014

21


¿Cómo explicar el resurgimiento de todo tu ser una vez arrancado, roto y pisoteado? Gracias a esa chispa que repara, que da calor, que fortalece y te libera de la niebla y las nubes negras que te rodean. Te hace ver. Y si abres los ojos y la mente, ves. Ves como todo este tiempo sólo viste lo malo, teniendo lo mejor siempre contigo. Siempre a tu lado. apoyándote y ayudándote a no caer, a reír cuando los llantos te ganaban todas las batallas, a transformar la ira en sonrisas, a ser tú en todo su esplendor. Y brillar cual diamante pulido. Abrirte las puertas a un mundo mejor, real, pero algo mejor. A fijarte en algo más que lo malo y apreciar muchísimo más lo bueno. 
Tú mundo era un enorme caos en el que estabas tú sola ante la oscuridad, ante los demonios y la cruda realidad, los problemas y la imposibilidad de solucionarlos, ante los hilos enredados de tu destino. Y llegó él para desatarlos, y establecer un pequeño orden en tu enorme caos y hacer más luminosa la oscuridad, más angélicos a esos demonios y darle a los problemas algo de posibilidades para solucionarlos haciéndote ver la realidad menos cruda y más hecha. Hecha paso a paso.
Y no hay día que no te preguntes por qué te eligió a ti. Y no a otra de las infinitas chicas maravillosas de este planeta. ¿Qué tienes tú? 
Sea lo que sea que tengas, a cada persona nos corresponde un milagro personal y el mío ha sido este. 

jueves, 19 de junio de 2014

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Estar encerrada. Encerrada con la llave hacia la libertad y no poder utilizarla. Encerrada en el dolor de permanecer en estas 4 paredes bajo las mismas normas una y otra vez. Destinada a ver el Sol a través de los cristales, observar el cielo intercalado entre los barrotes, escuchar la naturaleza que se extiende ahí fuera mientras aquí dentro te ocultas entre las sombras. Y si ni siquiera cuando te has esforzado consigues el premio que tanto mereces, que tanto ansías. ¿Qué haces si no puedes hacer más que resignarte y vivir sin vivir dentro de los muros de la cárcel cuyos custodios son inquebrantables? Cuya fuerza consiste en la superioridad y la tuya en la inferioridad. Tan solo te queda ver las horas pasar. Ver como tu vida se reduce a esas 4 paredes mientras la de los demás se reduce al universo.

sábado, 26 de abril de 2014

Fly away with you


Siempre te sueles sentir desolado porque en la zona en la que estableciste tu vida no hay personas que sientan devoción por lo mismo que tú. Quizás tengan gustos parecidos, si tienes suerte, puedes tener a un grupo de personas que te quieran tal y cómo eres, con tus enormes rarezas. Pero siempre, encontrarás en los otros lugares lejos del tuyo a quiénes realmente comprenden esa rareza y obsesión por algo, que es la música. 
En este caso, mi caso, por cosas del azar he tenido la suerte de conocer a 6 maravillosas personas que comprenden mi obsesión por cierta música. Cierto grupo. Y ellos son los locos y locas que han estado animándome de la forma más insólita. Porque no es lo mismo animar a tu amigo que animar a tu compañero de obsesión. Esas obsesiones son en la mayoría de las veces las cosas que te animan. Bromear sobre el peinado horrible del cantante del grupo o de la "aguepardada" forma de vestir del batería y su afamada tendencia a ligar mucho. Y esas cosas que con estas personas, vuelvo a repetir, extremadamente geniales, hacen que tu vida tenga una pizca de calor. 
Y a pesar de la distancia nos tenemos los uno a los otros, para animarnos. Y esto va dedicado a  las estrellas que hicieron posible conocer a tales personas y a ellos. Os quiero museros chachirulis.

miércoles, 23 de abril de 2014

Supermassive Black Hole


¿Sabes qué te digo? Estoy harta de toda esta mierda. Siempre creí que cuando no podía solucionar los problemas y derrumbar el muro podría hacer otro muro al lado. Y eso hasta que me quedé sin espacios para tantos muros. ¿ahora qué? ¿Qué pasa si cada vez los muros son más fuertes y yo más débil? Construir el último se llevó todo mi ser, mis fuerzas, mis esperanzas, mis ilusiones, mis promesas, mis sonrisas, mis alegrías. Me levantaba por las mañanas pensando que el Sol no podía brillar más. ¿Ahora qué? Ahora me levanto por las mañanas aún dormida, porque la realidad me aplasta más que las pesadas piedras de todos mis muros. Y pienso que el Sol no podría brillar menos, y que las sombras aún podrán taparme más. Pero es que ¡demonios!, ¡no queda ni una gota de mi ser que no haya sido tapado por las sombras! 
Quiero aprender, aprender a derruir todos los muros y librarme de esa carga. Poder ver el Sol como antes. Poder verlo todo. No puedo sentir la brisa acariciándome, ni oler el perfume de los más extensos jardines. No puedo disfrutar del placer de mirar al cielo. La noche ya no me arropa. El día me quema. No puedo. No puedo. Eso lo único que soy capaz de decir. Y tampoco soy capaz de sentir otra cosa que el indefinible. Porque ya hay tantos sentimientos horribles dentro de mí que es indescriptible. QUIERO poder dejar de decir "no sé". Porque no sé nada, no sé ni cómo me siento. Quiero tantas cosas que mi, ahora carcasa inservible, es incapaz de realizar. 
Dime cómo pudo pasar, porque salté sin saberlo, con los ojos cerrados al inevitable vacío de tu ausencia. Y peso tanto que nunca dejaré de caer.

lunes, 10 de marzo de 2014

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¿Sabes, Nuria?
 ¿No es verdad que cada día te sientes más sola? Siempre eres la segunda opción, la que se queda a espuertas de la vida. La que permanece muerta bajo un sin fin de apariencias e intentos vanos de ser. ¿Algún día fuiste? 

Aún no comprendo cómo dejas que te traten de este modo. Siempre, siempre, siempre.

¿Cómo vas a dejar de odiarte si eres la culpable principal de que te hagan daño? La culpable de estar así y nunca poder ser suficiente para nadie, no poder ser algo ni nada, no poder servir. Joder, ni como amiga sirves. 

Eres imbécil. Y sí, lo eres no porque lo seas sino porque no te quieres, no te aprecias. Va siendo hora de dejar de odiarte. El odio no te lleva a ninguna parte. Sólo a estar cada vez peor, y a acumular sombras. Acumular heridas y lastres a una carcasa que al principio fue ligera y que ha acabado siendo la mayor de tus cargas.

¿Sabes qué, Nuria? A ver si aprendes ya. 


martes, 4 de marzo de 2014

Anymore


¿Sabes de eso que caminas, caes y no te das cuenta hasta que ya tienes el cuerpo lleno de heridas? Pues eso es lo que pasa cuando pasas demasiado tiempo observando lo que no debes. Observando su sonrisa. Observando tu propia sonrisa. Haciendo caso a tus monstruos. Mirando las nubes. Mucho tiempo soñando, caminando sin miedo ninguno. Feliz de poder mover tu cuerpo hacia ninguna parte. Pero iba a esa parte. Esa parte en la que a partir de cierto paso cada roce contigo es un corte en el alma. A partir de cierto paso te conviertes en un lanza cuchillos inconsciente. Que solo daña. Te nublas con el cielo azul. Y empiezas a ser más tú, sin serlo. Y haciendo daño a todo lo que te toca. Porque siempre que miras tu sonrisa caminas por el lado equivocado. El lado de las cadenas. Rompes tus candados, y quien conoce tus demonios huye. Es así de simple. Tu misma no huyes porque uno no puede escapar de sus demonios. Siempre llega un momento en el que empiezas a consumir a los demás. Y se te clava más la púa. A veces, sólo a veces, te gustaría no necesitar algo de vida social. Eres un ser realmente patético. Solo sirves cuando te hacen funcionar. Debiste ser nada, porque siendo algo no eres suficiente. Debes encerrarte, pues no hay nadie capaz de mirar lo más oscuro de tu ser y permanecer.

jueves, 30 de enero de 2014

The star


Cuando el primer rayo de sol tocó el suelo terrestre se crearon las sonrisas. Y la mejor sonrisa jamás creada fue la que se creó a partir de la luz de otro astro. Este más pequeño y menudo. Menos brillante y no tan impresionante. Una pequeña estrella solitaria que decidió posar su rayo fugaz de luz sobre una mariposa sobre el agua. Y así, se creó tu sonrisa. La sonrisa más perfecta jamás creada por el universo. Que no sólo ilumina como el rayo de Sol sino que además aletea cual mariposa, se refleja y da vida como el agua y sobretodo muestra la belleza y la inmortalidad de cada momento. Cada segundo a tu lado. Dígale a esa humilde estrella que no le agradecerás más haber sido el afortunado de tener la sonrisa jamás creada. No. No se lo agradezcas. Sólo haz que aunque sea pequeña y solitaria, pueda seguir brillando (fugazmente) y creando multitud de sonrisas a cada cual más perfecta en tu hipnotizador rostro.

lunes, 20 de enero de 2014

Lost


Y a pesar de empezar a andar con paso firme, te pisan. Y te achantas. Pero vuelves a hallar valor para dar otro paso, y esta vez el pisotón es mucho más fuerte y doloroso.
¿Qué hay de una persona cuando no encuentra fuerzas para dejar de asustarse y tener miedo a andar? ¿Qué debe hacer para hallar las fuerzas que debería tener gracias a la brisa y el buen tiempo?
La niña está perdida y asustada. No quiere seguir siendo pisoteada. Se enfrenta a la dura decisión de buscar o no fuerzas para mantenerse en pie y respirar a la vez. Se enfrenta a la enorme decisión de rendirse o quedarse quieto, de caminar y volver a ser pisoteada o de caminar y que no le pasa nada. Lo ve todo negro. ¿Dónde está? ¿Y su mamá? ¿Por qué le grita? Está furiosa. Quiere que ande. Que ande rápido y bien. Pero ella no puede andar. Le duelen los pies que han sido pisoteados y si anda, se caerá. ¿Qué debe hacer? ¿Qué hace? ¿Por qué ese árbol le ofrece su mano fuerte y rígida y no puede aceptarla? ¿Por qué le gritan? ¿Por qué la alaban? No quiere caminar. No. Quiere estar quieta y respirar...Sólo respirar.
-¿Mamá? ¿Dónde te has ido?
-¿Papá? ¿Dónde estás?
-¿Es un sueño, mamá? Dime que es una pesadilla, no más. Dime que no es real.
-Árbol, mis pies no quieren caminar. Están pesados y cansados. Sólo quieren dejar de estar.
-Mamá...
-Papá...
-Todo se desvanece. ¿Dónde estáis?
NO QUIERO JUGAR MÁS. ¡Este juego no me gusta, Mamá!
-¿Mamá...? ¿Mamá...? Tengo sueño.
-¿Voy a despertar?
...
...
...
...
(silencio, oscuridad)

Despertó. En un lugar en el que sus pies flotaban. No era ninguna carga para ella. Veía a Mamá y a Papá...¡Qué pequeños! ¡Eran como hormigas! Se siente feliz.
-Mamá, aquí hay paz.


jueves, 16 de enero de 2014

Delirios de perderte


"Me duele tanto no sentirte cerca...
Es como si cada vez que te alejases,
mi mundo se fuera cayendo poco a poco.
Y buscándote,
buscando tu amor,
el roce de tu piel,
nuestros labios en un beso..."


"Un sincero abrazo de invierno,
me hizo sentir lo que podría ser
la vida sin ti...
Como si fuera eterno,
tu beso en mí se hizo,
y no retornó.
Siempre a mi lado,
tornas la sonrisa,
pues cuando veo tus ojos,
me siento muerto.
Y necesito volver a ser
para revivir.
Y más que nunca sentir,
junto a ti."



De la brisa para la dama de cristal.

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Aún recuerdo el día que decidí y me prometí retirarme de todo. Hacer una reverencia y desaparecer. Pues dos días después, alguien tiró del hilo rojo del destino, un pequeño golpe, quizás la brisa fue la causa. Pero cambió todo. Ese golpe me hizo acercarme para mirar de reojo al mundo, de nuevo.
Ese golpe leve del hilo creó un nuevo libro. En blanco, listo para empezar a llenarlo de barbaridades insensatas. De locuras y hazañas. Todo con ese rayo de sol que llegó a mí, gracias a la brisa que hizo que algo tropezara con mi deshilachado hilo rojo, humedecido y cansado de no funcionar. 
Me acerqué al mundo, porque el hilo me empujó y lo encontré, el mundo que no podía ver encerrada en mi cárcel, en mi burbuja llena de ponzoña. Pude ver que el Sol puede calentar y que las noches no son tan frías, pues se iluminan y te arropan con cuidado.
Gracias a la brisa, el error de quién tropezó, yo ahora vivo. Hállome llena de sensaciones jamás vividas en mis huesos de cristal. Llegó el viento para forjarme, para que dejase de ser cristal transparente y frágil, y empecé a ser de carne y hueso. De caricias y sensaciones. De miradas, de ilusiones, de sonrisas y felicidad. De besos inesperados y abrazos eternos. Aquí me presento, de nuevo, ante el mundo. Con tantas ganas de vivir en él como de no desaprovechar ningún segundo de su locura. Oh mundo. Trátame bien.