El caótico mundo de las letras.

lunes, 20 de enero de 2014

Lost


Y a pesar de empezar a andar con paso firme, te pisan. Y te achantas. Pero vuelves a hallar valor para dar otro paso, y esta vez el pisotón es mucho más fuerte y doloroso.
¿Qué hay de una persona cuando no encuentra fuerzas para dejar de asustarse y tener miedo a andar? ¿Qué debe hacer para hallar las fuerzas que debería tener gracias a la brisa y el buen tiempo?
La niña está perdida y asustada. No quiere seguir siendo pisoteada. Se enfrenta a la dura decisión de buscar o no fuerzas para mantenerse en pie y respirar a la vez. Se enfrenta a la enorme decisión de rendirse o quedarse quieto, de caminar y volver a ser pisoteada o de caminar y que no le pasa nada. Lo ve todo negro. ¿Dónde está? ¿Y su mamá? ¿Por qué le grita? Está furiosa. Quiere que ande. Que ande rápido y bien. Pero ella no puede andar. Le duelen los pies que han sido pisoteados y si anda, se caerá. ¿Qué debe hacer? ¿Qué hace? ¿Por qué ese árbol le ofrece su mano fuerte y rígida y no puede aceptarla? ¿Por qué le gritan? ¿Por qué la alaban? No quiere caminar. No. Quiere estar quieta y respirar...Sólo respirar.
-¿Mamá? ¿Dónde te has ido?
-¿Papá? ¿Dónde estás?
-¿Es un sueño, mamá? Dime que es una pesadilla, no más. Dime que no es real.
-Árbol, mis pies no quieren caminar. Están pesados y cansados. Sólo quieren dejar de estar.
-Mamá...
-Papá...
-Todo se desvanece. ¿Dónde estáis?
NO QUIERO JUGAR MÁS. ¡Este juego no me gusta, Mamá!
-¿Mamá...? ¿Mamá...? Tengo sueño.
-¿Voy a despertar?
...
...
...
...
(silencio, oscuridad)

Despertó. En un lugar en el que sus pies flotaban. No era ninguna carga para ella. Veía a Mamá y a Papá...¡Qué pequeños! ¡Eran como hormigas! Se siente feliz.
-Mamá, aquí hay paz.


No hay comentarios:

Publicar un comentario