El caótico mundo de las letras.

jueves, 30 de enero de 2014

The star


Cuando el primer rayo de sol tocó el suelo terrestre se crearon las sonrisas. Y la mejor sonrisa jamás creada fue la que se creó a partir de la luz de otro astro. Este más pequeño y menudo. Menos brillante y no tan impresionante. Una pequeña estrella solitaria que decidió posar su rayo fugaz de luz sobre una mariposa sobre el agua. Y así, se creó tu sonrisa. La sonrisa más perfecta jamás creada por el universo. Que no sólo ilumina como el rayo de Sol sino que además aletea cual mariposa, se refleja y da vida como el agua y sobretodo muestra la belleza y la inmortalidad de cada momento. Cada segundo a tu lado. Dígale a esa humilde estrella que no le agradecerás más haber sido el afortunado de tener la sonrisa jamás creada. No. No se lo agradezcas. Sólo haz que aunque sea pequeña y solitaria, pueda seguir brillando (fugazmente) y creando multitud de sonrisas a cada cual más perfecta en tu hipnotizador rostro.

lunes, 20 de enero de 2014

Lost


Y a pesar de empezar a andar con paso firme, te pisan. Y te achantas. Pero vuelves a hallar valor para dar otro paso, y esta vez el pisotón es mucho más fuerte y doloroso.
¿Qué hay de una persona cuando no encuentra fuerzas para dejar de asustarse y tener miedo a andar? ¿Qué debe hacer para hallar las fuerzas que debería tener gracias a la brisa y el buen tiempo?
La niña está perdida y asustada. No quiere seguir siendo pisoteada. Se enfrenta a la dura decisión de buscar o no fuerzas para mantenerse en pie y respirar a la vez. Se enfrenta a la enorme decisión de rendirse o quedarse quieto, de caminar y volver a ser pisoteada o de caminar y que no le pasa nada. Lo ve todo negro. ¿Dónde está? ¿Y su mamá? ¿Por qué le grita? Está furiosa. Quiere que ande. Que ande rápido y bien. Pero ella no puede andar. Le duelen los pies que han sido pisoteados y si anda, se caerá. ¿Qué debe hacer? ¿Qué hace? ¿Por qué ese árbol le ofrece su mano fuerte y rígida y no puede aceptarla? ¿Por qué le gritan? ¿Por qué la alaban? No quiere caminar. No. Quiere estar quieta y respirar...Sólo respirar.
-¿Mamá? ¿Dónde te has ido?
-¿Papá? ¿Dónde estás?
-¿Es un sueño, mamá? Dime que es una pesadilla, no más. Dime que no es real.
-Árbol, mis pies no quieren caminar. Están pesados y cansados. Sólo quieren dejar de estar.
-Mamá...
-Papá...
-Todo se desvanece. ¿Dónde estáis?
NO QUIERO JUGAR MÁS. ¡Este juego no me gusta, Mamá!
-¿Mamá...? ¿Mamá...? Tengo sueño.
-¿Voy a despertar?
...
...
...
...
(silencio, oscuridad)

Despertó. En un lugar en el que sus pies flotaban. No era ninguna carga para ella. Veía a Mamá y a Papá...¡Qué pequeños! ¡Eran como hormigas! Se siente feliz.
-Mamá, aquí hay paz.


jueves, 16 de enero de 2014

Delirios de perderte


"Me duele tanto no sentirte cerca...
Es como si cada vez que te alejases,
mi mundo se fuera cayendo poco a poco.
Y buscándote,
buscando tu amor,
el roce de tu piel,
nuestros labios en un beso..."


"Un sincero abrazo de invierno,
me hizo sentir lo que podría ser
la vida sin ti...
Como si fuera eterno,
tu beso en mí se hizo,
y no retornó.
Siempre a mi lado,
tornas la sonrisa,
pues cuando veo tus ojos,
me siento muerto.
Y necesito volver a ser
para revivir.
Y más que nunca sentir,
junto a ti."



De la brisa para la dama de cristal.

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Aún recuerdo el día que decidí y me prometí retirarme de todo. Hacer una reverencia y desaparecer. Pues dos días después, alguien tiró del hilo rojo del destino, un pequeño golpe, quizás la brisa fue la causa. Pero cambió todo. Ese golpe me hizo acercarme para mirar de reojo al mundo, de nuevo.
Ese golpe leve del hilo creó un nuevo libro. En blanco, listo para empezar a llenarlo de barbaridades insensatas. De locuras y hazañas. Todo con ese rayo de sol que llegó a mí, gracias a la brisa que hizo que algo tropezara con mi deshilachado hilo rojo, humedecido y cansado de no funcionar. 
Me acerqué al mundo, porque el hilo me empujó y lo encontré, el mundo que no podía ver encerrada en mi cárcel, en mi burbuja llena de ponzoña. Pude ver que el Sol puede calentar y que las noches no son tan frías, pues se iluminan y te arropan con cuidado.
Gracias a la brisa, el error de quién tropezó, yo ahora vivo. Hállome llena de sensaciones jamás vividas en mis huesos de cristal. Llegó el viento para forjarme, para que dejase de ser cristal transparente y frágil, y empecé a ser de carne y hueso. De caricias y sensaciones. De miradas, de ilusiones, de sonrisas y felicidad. De besos inesperados y abrazos eternos. Aquí me presento, de nuevo, ante el mundo. Con tantas ganas de vivir en él como de no desaprovechar ningún segundo de su locura. Oh mundo. Trátame bien.