El caótico mundo de las letras.

sábado, 5 de julio de 2014

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¿Cómo explicar el resurgimiento de todo tu ser una vez arrancado, roto y pisoteado? Gracias a esa chispa que repara, que da calor, que fortalece y te libera de la niebla y las nubes negras que te rodean. Te hace ver. Y si abres los ojos y la mente, ves. Ves como todo este tiempo sólo viste lo malo, teniendo lo mejor siempre contigo. Siempre a tu lado. apoyándote y ayudándote a no caer, a reír cuando los llantos te ganaban todas las batallas, a transformar la ira en sonrisas, a ser tú en todo su esplendor. Y brillar cual diamante pulido. Abrirte las puertas a un mundo mejor, real, pero algo mejor. A fijarte en algo más que lo malo y apreciar muchísimo más lo bueno. 
Tú mundo era un enorme caos en el que estabas tú sola ante la oscuridad, ante los demonios y la cruda realidad, los problemas y la imposibilidad de solucionarlos, ante los hilos enredados de tu destino. Y llegó él para desatarlos, y establecer un pequeño orden en tu enorme caos y hacer más luminosa la oscuridad, más angélicos a esos demonios y darle a los problemas algo de posibilidades para solucionarlos haciéndote ver la realidad menos cruda y más hecha. Hecha paso a paso.
Y no hay día que no te preguntes por qué te eligió a ti. Y no a otra de las infinitas chicas maravillosas de este planeta. ¿Qué tienes tú? 
Sea lo que sea que tengas, a cada persona nos corresponde un milagro personal y el mío ha sido este. 

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