El caótico mundo de las letras.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

La chica artificial.




Cuando el primer rayo de sol toca sus sonrojadas mejillas, lo que más destaca en su piel blanca como el papel en el que cada día se sumerge, ella siente ese ápice de calor que es lo máximo que aspira tener para mantenerse con vida.

Los minutos, segundos, en los que el Sol le acaricia las mejillas consigue seguir cicatrizando esas heridas y enterrar esos recuerdos. Lamentablemente, solo son minutos, segundos...
Cuando vuelven a su cabeza todos los motivos de su sufrimiento, su cuerpo se estremece y vuelve el frío con todos sus acompañantes. En medio de esa tortura interna, ya diaria en ella, solo piensa en retirarse de ese mundo que quedó vacío y derruido.
Lo primero que intenta es colapsar todo su cuerpo y mente con notas de canciones cuyas melodías solían hacer que su cuerpo bailase y que todos sus sentidos se concentraran en seguir el ritmo de aquellos pentagramas musicales. Pero eso ya no servía, su cuerpo y mente no querían bailar al son, sólo volver al pasado. Todas esas canciones le traían recuerdos felices que se transformaban, ahora, en el mayor dolor jamás sufrido por su tierna alma. Entonces, cuando su mejor recurso -la música- le fallaba, recurría a lo que nunca antes le había fallado: el mundo de tinta. Detrás de cada página el dolor se quedaba impregnado y en su lugar entraban en ella las emociones escritas en el blanco. Y así, siempre adoptaba el estado de ánimo que esas páginas le transmitían, mientras leía. Pero ese mundo tenía un gran inconveniente, cuando lo dejaba la realidad la aplastaba cual mísero insecto despreciable. Y no con ello, una parte de ella se quedaba en las páginas dejando de ser ella misma. Quedando en su interior nada más que el dolor, la añoranza, la tristeza, la melancolía, los recuerdos... Lo que quedaba de ella dependía de los signos escritos en esas páginas,  Dejó de ser, para ser nada , ser efímeros sueños que siempre permanecían al control de un ser inexistente en la realidad. Tan inexplicable, tan impredecible, tan inescrutable, tan artificial...




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