El caótico mundo de las letras.

viernes, 28 de junio de 2013

Vacío


Cuando todo a tu alrededor te brinda motivos para sonreír, para ser feliz. Y a pesar de todos esos motivos no encuentras esa sonrisa sincera. Cuando la felicidad que los demás sienten te entristece por no poder sentirla. Cuando llegas al fin del abismo y ves que solo hay vacío. Ese vacío que solo se puede llenar con una cosa. Ese vacío que no se ha llenado antes porque a pesar de todas esas cosas buenas tu alma sigue gritando, sin voz. Porque se apoderó el silencio de tu voz y trajo consigo más oscuridad. Más sombras que agrandecen tus demonios. Esos demonios a los que debes enfrentarte para poder tener el medio para llenar ese gran hueco en tu interior. Pero las sombras, el silencio, la tristeza, no ayuda a visualizar tu solución. A ver lo que realmente es y no lo que crees ser.  Porque todas esas sombras no se disiparan con una llama fugaz. Sólo la luz constante podrá hacerlas marchar.
Sigues gritando pero estando en silencio, sonriendo pero inebitablemente triste, ciega y perdida, a pesar de haber encontrado fin a ese abismo sin fin.
Y estás ahí sabiendo la solución y sin fuerzas para llevarla a cabo. Solo te queda seguir. Sin ser tú. Sin estar bien. Intentando aprender a mirar lo bueno y no lo malo. A que malo sea tan insignificante para ti como una hormiga a un gigante. A que lo bueno sea tan importante para ti como poder coger aire para sobrevivir. Mientras tanto solo queda soñar.

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