Reflexión

Todo ese mogollón de hilos retorcidos y entremezclados siguen ahí. Toda esa mezcla de pensamientos y cosas qué hacer siguen ahí. Pero ahora hay algo que consigue abrirse paso a través de ellos y ocupar la primera posición en mi mente. Durante lo que llevo de vida consciente, como así lo llamo, no he sentido algo tan verdadero. Siempre, o casi siempre, la mayoría de mis sentimientos eran pura apariencia, escudos, barreras para  no estar todavía peor.  La felicidad me duraba unos segundos, después, apariencia. Hace poco decidí intentar borrar y hacer una cuenta nueva, pasar página... Y eso hice, pero los infinitos nudos de mi mente no se borraron. Y todo el principio de esa nueva página iba igual que la anterior, era todo lo mismo. Tal vez..con algunos pequeños cambios. Pero los problemas seguían ahí y la rutina seguía ahí, la falta de sentimiento verdadero. Mis actos eran automáticos cosas normales, básicas. Pero de pronto algo en mí hizo que un hilo cambiara de lugar. Ese cambio de lugar no cambió demasiado el curso de los demás hilos. Pero ese hilo entorpecía algo que durante mucho tiempo intentaba liberar. Ese hilo dejo escapar los sentimientos que desde hace un tiempo guardaba encerrados para no sufrir. Por simple precaución. Estos sentimientos son los que me daban esa chispa para seguir hacia delante. Y aquí estoy, sintiendo lo que nunca antes había sentido. De una manera que nunca antes había experimentado. Y deseando sentir de ese modo cada segundo que pasa. Supongo que son sentimientos buenos en cierto modo, son sentimientos arriesgados pero, ¿qué sería de la vida sin riesgo?