Y todo sigue igual. Pero esa atadura se rompió. Ahora conseguí algo de libertad, temporal. El sonido de esa canción calma mi ser, las letras en el papel calman mi mente y esos minutos sin prisas hacen que mi imaginación pueda volar libre. Porque aunque seamos presos de la mayor de las mayores prisiones, la imaginación será libre y siempre la tendremos. Solo tenemos que dejarnos llevar.
Y aunque la oscuridad me persiga yo seguiré creando luz para iluminar mi andar, y dejar de pensar en el pasado y en el futuro, porque el presente es un hermoso regalo. Y a pesar de que también puede ser malo hallaré la forma de tornarlo mejor. Mirar lo bueno, siempre nos quedará la libertad de poder imaginar sin limites. La libertad de poder escribir lo que se te antoje en un papel... Y, querido amigo (o amiga), esa libertad;esa, no nos la quita nadie.
Nunca dejes de gobernar tu barco, solo tu podrás llevarlo por buen camino.
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