El caótico mundo de las letras.

jueves, 28 de junio de 2012

Cosas


No puedo acallar la voz de mis pensamientos.
Por la noche mientras mi cuerpo duerme mi mente no descansa. Es como un ciclo sin final.
Poco a poco me voy convirtiendo en un trozo de carne que puede moverse y hablar pero que no consigue hacer algo con sentido,no consigue recordar,no consigue vivir.
Se duerme por las esquinas y cuando debe dormir se queda bien despierto.Cuando mi cerebro quiere saber algo:lo busca y lo introduce en su computadora,1,2,3 segundos (como mucho) y, PUF, se va, se desvanece junto con el esfuerzo puesto en introducirlo en la computadora.
Cuando la persona afectada quiere saber que es lo que hace la mente mientras su cuerpo duerme, el candado de ésta se cierra haciendo imposible saberlo.
Y así, mientras transcurren las horas,se mueren los segundos y los minutos son notas de suicidio del día, ese cuerpo se mantiene en funcionamiento físico,pero nada más.
¿Cómo desmarañar esa red de engaños internos,ese ciclo infinito y sin sentido? No lo sé, pero ya no tengo tiempo para gastar tiempo ni ganas para conseguirlo.

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