El caótico mundo de las letras.

domingo, 14 de octubre de 2012

Querer.


Querer olvidar. Volar y escapar de la realidad. No estamparse jamás con la cruda verdad de haber perdido el motivo de tu sonrisa. Un volver a empezar para tomar la decisión de hacer caso al temor. El miedo de que acabara mal. Y de que todo tu mundo girara de otra forma, equivocada, en destrucción sin cesar. Miedo a tener que volver a buscarte a ti mismo. Y de no poder encontrarte. De cambiar, a mal. 
Querer sin lograr. Sin poder obtener lo que ansías.
Querer volver a verlo todo de esa forma tan positiva, a verte sin mentiras, ni prejuicios, ni poco autoestima. Porque estás cansada de verlo todo gris y que el único color que quede vaya desapareciendo por momentos, como tú.
Porque tu voz grita, ahora en silencio, y ya no te oyen. Tus lágrimas se secaron para sumirte en penas, mas ellas purgaban tu alma. Querer quedarte en aquel instante tan feliz y no apartarse jamás.
Pero, a veces, querer no es poder. Hay cosas que no se obtienen, hay que renunciar a ellas y resignarse a otra cosa que nunca será comparable.
Y dejar de sentir calor para ser sustituido por un enorme frío, que allí permanecerá. Ansiar volar hacia esa estrella que te aportará bienestar, siempre en un viaje solitario.
Renunciar a viajar en compañía...Renunciar a todo lo demás con tal de recuperar tu sonrisa perdida. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario