El caótico mundo de las letras.

sábado, 3 de diciembre de 2011

...

...Mi cuerpo arde. Siento como el último fósforo se humedece con mis lágrimas. Mi alma húmeda por lágrimas y ardiente por su anterior amor crean cascadas de dolor que lo único que consiguen es envenenarme por dentro, creando un alma inservible oxidada y pútrida. Por fuera mi temple queda frío y mi sonrisa desaparece junto con mi risa...
Finalmente me doy cuenta de que todo lo que hago por seguir en pie es inútil debido a mi falta de cuidado e incumplimiento de las esperanzadas promesas: como la de "no voy a volver a llorar" y la de "no voy a enamorarme tan rápido de alguien".
Pero es imposible y mi cuerpo se va liberando de la implosión y se va quedando frío...

No hay comentarios:

Publicar un comentario