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LLueve en mi alma...no se porqué, o tal vez sí...pero no llueve desde hace poco. Por eso, esos fósforos, que todos tenemos en nuestro interior, se humedecen y ahora se van congelando día a día, noche tras noche, semana tras semana, mes a mes. Es horrible sentir tanto frío pudiendo obtener ese calor tan necesario. Echo de menos esa enorme sensación de calor que sentía en esos tiempos. Poco a poco iré recogiendo paja seca ,para poder crear con la mínima chispa ese fuego que tanto necesito, y que tanto ansío...
Y esos sueños que en su día tuve muy presentes, muy cercanos...se van desvaneciendo con cada grado que disminuye ese calor...